El estrés es un proceso que comienza en las personas cuando se encuentran ante una situación amenazante. El estrés laboral no siempre es malo, ya que ciertas personas responden mejor bajo presión. Sin embargo cuando se trata de una situación que persiste en el tiempo, puede ocasionar efectos secundarios como dolores musculares que pueden ser evitados con ejercicios de fisioterapia.
Sentirse estresado en el trabajo es normal cuando se avecinan fechas importantes, cierres de año, juntas importantes, negociaciones de las que depende mucho, sin embargo, este tipo de eventos pasa rápidamente y el nivel de estrés suele mejorar. Si el trabajador no es capaz de drenar el estrés y está sometido a él constantemente, lo mejor es recurrir a fisioterapia, para reducir los síntomas con ejercicios indicados por un profesional.
Algunos de los efectos secundarios del estrés contante en el área laboral pueden ser constantes dolores de cabeza, tensión en el cuello y espalda, pérdida de cabello, sudor copioso, y dolores musculares en general.
Buscar ayuda del fisioterapeuta
El estrés laboral surge cuando el ambiente dentro del trabajo es muy demandante. El estrés puede afectar tanto el organismo como la psiquis de las personas, lo ideal es contar con herramientas que ayuden a drenar los altos niveles de estrés, entre las que destacan ejercicios sencillos de la fisioterapia.
La fisioterapia es la que busca aliviar dolores musculares, pérdida de movilidad, recuperación tras lesiones y mucho más. Las técnicas de masajes corporales que permiten aliviar tensiones lo convierten en un gran aliado para mantener un equilibrio en el día a día.
Una visita semanal al fisioterapeuta puede permitirte mantener controlados los niveles de estrés en los trabajadores.
Ejercicios sencillos de fisioterapia para mejorar el estrés
Si sufres de estrés continuo en tu lugar de trabajo lo ideal es recurrir al fisioterapeuta, y poder recibir un masaje al menos una vez a la semana, sin embargo cuando estamos en el trabajo y estamos estresados podemos probar con estos sencillos ejercicios:
Gira la cabeza de un lado a otro. Controla el movimiento, hazlo con suavidad y mantén la cara al menos 5 segundos a la derecha y 5 segundos a la izquierda, te servirá para relajar el cuello.
Si acumulas la tensión en los hombros prueba elevándolos y regresándolos a su posición original, repite tres veces seguidas, o cinco o siete (siempre en impar).
Coloca tus manos detrás del cuello con los dedos entrelazados, con firmeza estira el cuello hacia atrás sin mover la espalda. Repite por 5 segundos más.
Finaliza esta pequeña rutina llevando tus brazos estirados hacia adelante, entrelaza los dedos con las palmas hacia afuera, luego eleva los brazos por encima de tu cabeza. Repite por al menos 15 segundos. Luego regresa a tu trabajo habitual.